Seminarios Clínicos

Reseña Seminario Clínico 2009 – Sexta Clase

Docente: Daniel Millas

En la sede de la Casa de la Cultura de Pergamino, el día 4 de Septiembre de 2009, en la sexta clase del año del Seminario Clínico del CID-Pergamino “Escritos, una aproximación intertextual” titulada “La función del padre”, la Responsable del CID-Pergamino Griselda Enrico da apertura al encuentro presentando al docente a cargo de la clase, Daniel Millas , integrante de la EOL Buenos Aires, Doctor en Psicología Clínica; Analista Miembro de la Escuela de la Orientación Lacaniana y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis y Coordinador del Hospital de Día del Hospital Álvarez. Anteriormente, Vilma Ventimiglia lee la reseña que realizo sobre la última clase.

Daniel Millas comienza su recorrida caracterizándola como una visita guiada a la función del padre a través de los textos “De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis”; el historial freudiano del “Hombre de las ratas”; y “Tótem y tabú”, particularmente un apartado, un capítulo: “El retorno infantil al totemismo”.

Comienza desarrollando sobre “De una cuestión...” y la versión de la función del padre que aparece en este texto. Esta versión corresponde al primer momento de la enseñanza de Lacan y donde desarrolla la noción de metáfora paterna. Abre el interrogante aquí de por qué Lacan introduce este concepto justamente en un texto donde habla de la psicosis y concluye pensando, que lo trata precisamente aquí para mostrar los efectos catastróficos que se producen cuando la función paterna no funciona. La metáfora paterna trata sobre de que manera el Deseo de la Madre, que es un significante, un S1, se articula, se encadena con un segundo significante, que es el Nombre del Padre, y cómo esta articulación engendra un efecto de significación muy particular, que es un efecto de significación fálica. O sea que, el Nombre del Padre es un operador que permite asegurar una relación entre el significante, el significado y también el goce del cuerpo. Pero ya en el Seminario X introduce un termino que representa aquello que no es posible de ser simbolizado, o sea que no todo puede ser simbolizado plenamente, este termino es el objeto a. El Nombre del Padre ya no es garantía, se introduce en la clínica la dimensión de lo real, que puede ser tomado por lo simbólico pero no absorbido en su totalidad. La metáfora paterna es una modalidad lógica de encadenamiento. Es un operador que por un lado, liga al Otro y por el otro y al mismo tiempo separa del Otro.

El Nombre del Padre no es el ser padre. . Lo que cumple función de padre es siempre variable en cada sujeto. Millas dice FUNCIÓN y no TEMA.

Para ejemplificar esto hace un extenso recorrido sobre la experiencia de la psicosis, recorriendo el camino que realiza Lacan a través de Schreber, para poder expresar la función paterna justamente desde su ausencia, la ausencia del Nombre del Padre en la psicosis. Así, mas allá de su ausencia es posible en la psicosis llegar a un tipo de anudamiento (en Schreber el significante La mujer), Lacan llama a este anudamiento “metáfora delirante”.

Luego hace un breve comentario del desencadenamiento en el Hombre de las Ratas. Ubica este momento en la historia de las ratas contada por el Capitán y diferencia aquí lo que seria un delirio neurótico, como en el caso del Hombre de las Ratas “pagar la deuda” porque sino a alguno de sus seres queridos puede pasarle algo malo; a lo que seria un delirio psicótico, en el cual la atribución subjetiva no recae sobre el propio sujeto, “esta voz que escucho no es mía”. En la neurosis hay, por un lado, atribución subjetiva pero además el significante, por ejemplo, ratas entra dentro de una cadena, en la psicosis el significante queda como S1, sin poder engancharse a otro significante de la historia de sujeto, por lo que deberá inventare un nuevo sentido.

Remarca que lo importante a tener en cuenta es la situación que mantiene la madre con el Nombre del Padre, como esta madre transmite la Ley. El Nombre del Padre opera simbólicamente en la madre. Por lo tanto, lo importante no es el padre de la realidad sino que en el discurso de la madre este incorporado el Nombre del Padre, esto asegura que en la madre este reservado el lugar de la falta. O sea, que no hay ningún objeto que pueda colmar por completo a la madre, hay algo más allá del hijo que mueve su deseo. El Nombre del Padre asegura en la madre un lugar para la mujer. El buen padre es aquel que transmite junto con la ley la falla.

 

Raquel Torrent.