Nos acompaña en estas VIII Jornadas una exposición de fotografía. Exposición de una de nuestras colegas, integrante y trabajadora incansable en el Psicoanálisis, ligada a nuestra ciudad, a nuestro trabajo y a… los orígenes del IOM aquí, Nunce de Font.
Para invitarlos a recorrer la muestra me pareció interesante hacer una aproximación a ella a partir de comentarios de su curadora FLORENCIA COSINI, quien en su introducción a la serie nos dice, entre otras cosas, que se trata de una serie de “tomas directas, sin la utilización de ningún tipo de retoque o accesorio, “captar lo que excede a la representación y que sin embargo, esta hecho de su materia misma”. Intento de captura, podríamos decir, de qué?, sino de un real, bordeado aquí por la imagen. Imagen a la vez causada por él.
A que nos resuena ello sino a ese invento tan enigmático aún, que nos lanza y relanza permanentemente al trabajo, y que este año recorrimos y seguiremos recorriendo, de Jaques Lacan, que es el objeto a.
Serie de imágenes, incompleta seguramente, que lo artístico permite erigir sobre una fracción, como respuesta ante el vacío de ser, como la forma del cuerpo haciendo goce de lo real, apoyándose en la falla, la transviste, la contornea, la denuncia, la crea.
El Psicoanálisis se ocupa de la creación artística para ir mas allá de ella, indagando no la obra, sino aquello que ella produce. No meritúa la calidad estética del producto, sino detecta allí un modo de tratamiento del exceso pulsional, un modo de tratamiento de lo real. Es desde esta perspectiva que Lacan aborda la sublimación, no como un mero apaciguamiento de la pulsión, sino como una creación que presentifica, más que representa. Así eleva el objeto, en el arte, a la dignidad de la Cosa , es decir, no se trata de un objeto imaginario delante de la Cosa , entendida como un modo de ser del vacío, sino darle a un objeto el estatuto de una invención, de una creación, que no vela el vacío sino lo muestra, cercándolo. Entendido así, no sería la sublimación una sustitución, ni una repetición; porque al no velar el vacío, al no hacer pantalla (fantasma en la vía significante), favorece la movilidad pulsional y la apertura al acontecer, a que nuevas formas puedan producirse. Y allí... este “captar lo que excede a la representación(el agujero mismo) y que sin embargo esta hecho de su materia misma”, Es ese mismo agujero, lo que causa la creación. Tan bien ilustrado ello en el tan mentado ejemplo del alfarero que da Lacan, ese objeto hecho sobre el vacío, sobre ese centro de lo real que es la Cosa.
Borde de lo real mordido por los significantes de la creación, esto caracteriza todo el arte. Artificios más o menos, intentos de cercar la Cosa , angustia creativa que motoriza eso imposible de describir, y a la vez, solo posibles en tanto es ese vacío lo que causa, empuja cercarlo.
Pasemos al titulo de la serie “Escorias”, nos dice el diccionario de la real academia: “Cosa vil, deshechada y materia de ninguna estimación”. Pero también “materia vítrea que sobre- nada en el crisol de los hornos de fundir metales, y procede de la parte menos pura de éstos unida con las gangas y fundentes”.
Mientras leía estas definiciones me remitían a lo anterior, al resto y también a lo trabajado en nuestro ultimo encuentro con Silvia acerca de la posición de Lacan a la altura de la finalización de este seminario y comienzos del otro, el 11, el de los Cuatro Conceptos.., donde es ex comulgado, apartado, deshechado.
Lugar, posición a la que lejos de quedar adherido, coagulado, propicia un relanzamiento de algo diferente, nos dice “el lugar desde donde vuelvo a abordar este problema ha cambiado; ya no es un lugar que esta del todo dentro, y no se sabe si ésta afuera” Seminario 11. Lugar de lo éxtimo. Algo del orden de la escoria que sobre- nada, como deshecho, para asomarse sobre él.
María Laura Melo